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PROUST Y LOS SIGNOS

 

AUTOR: Guilles Deleuze

EDITORIAL: Anagrama

PUBLICACIÓN: 2021

 

Creo, que quien lee a Marcel Proust siente la necesidad de investigar en ese conocimiento de la verdad que tanto buscó. Y Guilles Deleuze, filósofo francés del siglo XX ha sido uno de ellos.

Esa búsqueda de la verdad que tanto desea encontrar Proust está influenciada por quien fue y cómo vivió.

No se trata de recordar el pasado como tal, sino de valerse de este para encontrar el sentido de su vida.

Los signos que trata Deleuze, como yo los he entendido, tienen historias que contar, porque van más allá de ser simples significantes con sus correspondientes significados.

Nada se limita a lo que ven nuestros ojos, hay que mirar más allá. Creo que la belleza de Ruskin también dejó influencia en Deleuze.

Cuando se refiere a los signos mundanos, los que tienen lugar en esa vida social de los salones, son tal vez los más crueles, porque todo son apariencias, signos que los protagonistas saben descifrar y a quién van dirigidos. Mme. Verdurin era implacable en este sentido.

Los signos del amor los define más complicados. En palabras de Deleuze: "individualizar a alguien por los signos que lleva consigo o emite". Es trabajo del que se enamora interpretar aquello que el amado emite. Y como centra este tema en la relación de amor entre Swann y Odette, en Un amor de Swann, los celos no pueden faltar.

Lo que Deleuze establece con estos signos en la obra de Proust son continuos mensajes para la búsqueda de la verdad.

No una verdad absoluta, se trata de una verdad que él necesitaba encontrar para llenar esa vida, que no fue grandiosa, ni normal, ni feliz. Porque aunque vivió en una clase social acomodada, en su interior no lo estaba, y eso es lo que debió causarle tanta desazón, amargura, pesimismo, inseguridad, melancolía, etc.

Deleuze afirma que A la busca del tiempo perdido, no está enfocada al pasado sino al futuro. Es un punto de vista que me parece bastante curioso. Porque no podemos limitarnos a decir que la obra de Proust es recordar su vida mientras la escribe.

He llegado a la conclusión, leyendo este libro, que Proust escribió para encontrarse a sí mismo. Que indagar en esa memoria archivada fue el hilo conductor para obtener conclusiones. Que, de principio a fin, ha sido un aprendizaje para sí mismo.

En término filosóficos, esta búsqueda de la verdad sobreviene en esas situaciones que, como la de Proust, se necesita encontrar un remedio a todos esos males físicos y mentales que le aquejaban.

En cualquier caso, para mí ha sido un libro que me ha ayudado a esclarecer pasajes concretos de esta obra, a entender esos signos que continuamente emitimos y que son necesarios para la comunicación.

 

 

UN PERFECTO DESCONOCIDO


AUTORA: Reyes de Miguel

EDITORIAL: Versátil

PUBLICACIÓN: 05/2022


Es unnovela romántica histórica, la primera parte de una trilogía que se desarrolla en los comienzos del siglo XIX y que rompe con la idea que tenemos formada de este género de novela.

En esta historia conoceremos a dos familias, los Westfield y los Jeningham. Ambos cabezas de familia, en su día, hicieron un arreglo matrimonial entre sus primogénitos: Liam Westfield y Elise Jeningham, que por supuesto, no se conocen de nada.

Hay un tercer personaje, Alice, dama de compañía de Elise. Se sienten como hermanas, pues han crecido juntas por motivos que se descubrirán en el libro.

El pistoletazo de salida de esta novela lo da precisamente Alice, que vive inquieta, pensando cómo será su futuro una vez que Elise se case con Liam. Para salir de dudas Alice le propone a Elise escribir una carta a su prometido, Liam Westfield, conde de Hardwick. Este, que vive tan ocupado con su doble vida, en lo último que piensa es en el matrimonio, y mucho menos en su prometida, Elise, de la que no recuerda ni su nombre.

La carta de Miss Jeningham a su futuro marido es un comienzo fascinante, por el tono irónico y al mismo tiempo sutil, que despierta la atención de Liam, tan habituado a no leer las cartas recibidas de otras mujeres.

En dicha carta, Reyes de Miguel, nos deja intuir lo que va a pasar; aun así, puedo decir que lo que nos tiene preparado es genial. Hay, para empezar, un malentendido importante a partir del cual se desarrolla esta novela, aderezado con engaños, pasiones, drama y secretos de familia que irán saliendo a la luz para descubrir la realidad de ambas familias.

Los hijos del conde de Hardwick son tres, Liam, John y Helen Westfield. De ahí que esta novela sea una trilogía, un libro para cada uno de los hermanos. En esta primera parte ya podemos imaginar quien es el "perfecto desconocido".

Liam, como hermano mayor, no quiere heredar el título de su padre, ni está al tanto de la situación familiar, y su deseo es renunciar a todo. Lo que de verdad le apasiona es aprender medicina con el doctor Smith. Esta doble vida la lleva en secreto mientras no consiga dejar atrás los convencionalismos a los que su posición social le obliga a aceptar. ¿Pero será posible renunciar a dejar de ser conde? Lo iremos viendo.

Elise Jeningham, aunque aparenta ser un personaje con menos carácter, creo que no le hace falta. Es muy joven y le falta madurez, pero si algo tiene en común con su prometido es que tampoco desea ese matrimonio que su padre preparó por el interés de este.

Alice, en cambio, es una mujer decidida, con determinación, que influye bastante en su amiga. Fue acogida por la familia Jeningham y destinada a ser dama de compañía de Elise. Su madre, la señora Jeningham, la empleará como criada y para el señor Jeningham, ya nos lo podemos imaginar. Aunque les está agradecida, tiene motivos suficientes para querer abandonar el nido en el que se encuentra y desaparecer. Ambas amigas son conscientes de lo que se cuece en esta familia y sabrán ingeniárselas.  

Voy a mencionar también a John y a Helen, los hermanos de Liam, que le siguen en edad, en el orden que los escribo. Me parecen geniales, sobre todo Helen. Después de haberlos conocido en este primer libro, tengo gran curiosidad por saber cuál será la historia de cada uno de ellos. Serán perfectos aliados en esta primera novela. ¿De quién?...Lo iremos viendo

"Un perfecto desconocido" es una novela amena, divertida, dinámica, con una lectura tan ágil que te conecta y no sabes parar. El estilo de escritura es vivo, en todo momento te mantiene animada y expectante ante lo que está ocurriendo. No hay tiempo para aburrirse porque siempre quieres saber qué pasa después. En pocas palabras: "Está muy bien escrito"

Como dije al principio, esta historia rompe con la idea que tenemos formada de este género de novela. Está ambientada en una época en que la mujer sufre desigualdad por el simple hecho de haber nacido mujer. Si eres hija, tu padre es el que decide tu futuro eligiéndote un marido. Si te conviertes en la señora de…, más de lo mismo, porque tu marido decidirá por ti. Pues bien, si hay algo buenísimo que ha hecho Reyes de Miguel en este libro es romper con los cánones de la época sin que por ello deje de ser una novela romántica ambientada en el siglo XIX.

Como dice Reyes de Miguel: Novela. Es decir, ficción. Ficción que orbita en torno a un tema: el amor, por qué no romper con los estereotipos….

¿De qué hablo cuando hablo de novela «romántica histórica»?

CITAS:

-De hecho, el señor Jeningham, mi amado padre, se escandalizaría de su existencia. Así pues, me dirijo a usted por voluntad propia.

-… espero que no imagine usted ni por un segundo que mis líneas están cargadas de sutil ironía. Me tengo por una persona muy poco dada a las sutilezas.

Con todo mi desconocido respeto,

Miss Jeningham

- La realidad es que el amor como tema sobre el que escribir, cantar, componer, grabar, debatir… nunca ha dejado de estar de moda. Es, junto con el odio, la vida, la muerte y el miedo, uno de los grandes temas del arte, en general, y de la literatura, en particular.

- Novela. Es decir, ficción. Ficción que orbita en torno a un tema: el amor, por qué no romper con los estereotipos….

TE CONOZCO DESDE SIEMPRE

AUTORA: Reyes de Miguel

PUBLICACIÓN: 03/04/2023

EDITORIAL: Versátil

Me gustaría empezar este análisis de Te conozco desde siempre haciendo mención a la sensación que a Proust le causaba el final de un libro y que dice así:

… ¿Y entonces? ¿El libro no era más que eso? Aquellos seres a los que habíamos prestado más atención y ternura que a las personas de carne y hueso, no atreviéndonos nunca a confesar hasta qué punto los amábamos,…; aquellas personas por las que habíamos temblado de emoción y sollozado, no las veríamos nunca más, no sabríamos nada más de ellas…

Con este segundo libro de los Westfield me he sentido un poco así, acompañada de estos personajes que, a medida que avanza la trilogía, he conocido un poco más y compartido sus penas y alegrías. Lo bueno es que queda el tercero y la despedida es solo temporal.

En Un perfecto desconocido los protagonistas son Liam y Alice, y al mismo tiempo vamos conociendo a John y Emma, protagonistas de Te conozco desde siempre. Ahora toca esperar a Helen y ¿…? en Si te conociera.

Lo dije en la reseña de Un perfecto desconocido y lo vuelvo a mencionar en esta, y es la declaración de la autora sobre la situación de la mujer en esa época. Porque estas dos novelas, y la tercera, van más allá de una simple novela ambientada en la primera mitad del siglo XIX.

Con una narrativa desenvuelta y dinámica, con diálogos tocados de cierto  humor e ironía y un vocabulario actual, conducido por los personajes de la novela, demuestra que determinados estereotipos de la época se pueden cambiar en lugar de aceptar que «en la época, era así».

El título es de lo más adecuado. John y Emma se conocen desde que eran muy jóvenes, como si se hubieran parido, y son conscientes de que su amistad es lo más valioso que tienen. Pero llegará un momento en que esa bonita amistad se verá tambaleada porque, relajados en su amistad, aparecerán sentimientos nuevos con los que ellos no contaban.

Si prestamos atención a los títulos, veremos que están relacionados con la lógica en general, con las matemáticas y el ajedrez. Y, por supuesto, tienen que ver con John y Emma. Cuando ya hemos calado a John y hemos comprobado que también tiene sus vulnerabilidades, a pesar de ello, comprobaremos que es un hombre que actúa siempre siguiendo una lógica. Además hace un guiño al juego del ajedrez que siempre han compartido Emma y John.

Otra cosa que ha quedado muy bien es la continuidad con el primer libro. Cierra la etapa de Liam y Alice pero al mismo tiempo se vislumbran los siguientes personajes que son  Emma y John.  El punto de partida es la amistad entre ellos, y al mismo tiempo John va escribiendo un diario, trece cartas en total, en las que va narrando como se conocieron y algunos secretillos que tenía escondidos.

Lady Harwik es la madre de Liam, John y Helen, que no tiene un pelo de tonta, se mantiene en su línea. Es muy estricta, y suspicaz. Aunque sus hijos saben cómo torearla a veces.

Helen, la hermana menor de los tres, siempre es directa y no se corta un ápice. Será el personaje principal del tercer libro y en este de ahora ya se dejan entrever cosillas. Por ejemplo, en su vida se cruza con Derek Aldrich y por lo ocurrido me quedo con la intriga de si continuará o no en el siguiente libro.

Elise, en este libro aparece lo justo, en una conversación con John me ha dejado con la mosca detrás de la oreja; igual no es nada relevante en la novela, pero llamó mi atención. Ya veremos que ocurre.

Tengo que hacer mención al capítulo 13 porque es un número muy bonito para mí, y casualidad o no, en él me queda resuelta una duda que me había surgido sobre la sexualidad de John y porque al final de dicho capítulo, los sentimientos de Emma y John comienzan a definirse. No se puede pedir más. Trece son las cartas que escribe John, con forma de diario. ¿Por qué trece también?

Y al capítulo 19, por eso de que los dos protagonistas comparten la afición por el ajedrez. Es divertido cuando se cartean y terminan despidiéndose con un movimiento de la partida que jugaban. Pero también para comentar un momento de tensión que hay entre ellos, y Emma lo resuelve utilizando sus armas de mujer y su destreza en el ajedrez. Cuando terminé el capítulo sonreí y pensé: -Bien, le ha dado a John un ¡Jaque al rey! Me encantó.

Os recomiendo su lectura.

CITAS:

-Las habladurías se diluyeron con los años, pero si había algo que la alta sociedad conseguía con admirable virtuosismo era  minar el amor propio de quienes daban un solo paso en falso.

-Y si la vida hubiera sido un poco más misericordiosa, él habría sido el tipo de hombre que no prestaba atención a las cosas.  O a las personas. Pero aquel era John Westfield y, claro, tuvo que mirarla del modo en que siempre lo hacía: a los ojos,  sin pestañear.

-Si trato de ser discreto  es porque vivimos en un sistema  que no puedo imaginar generoso ni benévolo hacia una mujer, y un solo desliz que a mí me supondría cierta aura de canalla travieso, a ti podría destruirte antes de que entendieras siquiera lo que ha ocurrido.

-Así que lo único que le quedaba era pedirle algo que fuera lo bastante inofensivo como para que no tuviera motivos para negarse, y lo bastante relevante como para hacerla sentir que aquello había sido una victoria.

-Tenía intención de pedirle perdón, aunque no terminaba de decidir cómo hacerlo porque, a fin de cuentas, ¿Cómo se disculpa uno por una acción de la que no se arrepiente?