PUBLICACIÓN: 03/04/2023
EDITORIAL: Versátil
Me gustaría empezar
este análisis de Te conozco desde
siempre haciendo mención a la sensación que a Proust le causaba el final de
un libro y que dice así:
… ¿Y entonces? ¿El
libro no era más que eso? Aquellos seres a los que habíamos prestado más
atención y ternura que a las personas de carne y hueso, no atreviéndonos nunca
a confesar hasta qué punto los amábamos,…; aquellas personas por las que
habíamos temblado de emoción y sollozado, no las veríamos nunca más, no sabríamos
nada más de ellas…
Con este segundo libro
de los Westfield me he sentido un poco así, acompañada de estos personajes que,
a medida que avanza la trilogía, he conocido un poco más y compartido sus penas
y alegrías. Lo bueno es que queda el tercero y la despedida es solo temporal.
En Un perfecto desconocido los protagonistas son Liam y Alice, y al
mismo tiempo vamos conociendo a John y Emma, protagonistas de Te conozco desde siempre. Ahora toca
esperar a Helen y ¿…? en Si te conociera.
Lo dije en la reseña de
Un perfecto desconocido y lo vuelvo
a mencionar en esta, y es la declaración de la autora sobre la situación de la
mujer en esa época. Porque estas dos novelas, y la tercera, van más allá de una
simple novela ambientada en la primera mitad del siglo XIX.
Con una narrativa
desenvuelta y dinámica, con diálogos tocados de cierto humor e ironía y un vocabulario actual, conducido
por los personajes de la novela, demuestra que determinados estereotipos de la
época se pueden cambiar en lugar de aceptar que «en la época, era así».
El título es de lo más
adecuado. John y Emma se conocen desde que eran muy jóvenes, como si se
hubieran parido, y son conscientes de que su amistad es lo más valioso que
tienen. Pero llegará un momento en que esa bonita amistad se verá tambaleada
porque, relajados en su amistad, aparecerán sentimientos nuevos con los que
ellos no contaban.
Si prestamos atención a
los títulos, veremos que están relacionados con la lógica en general, con las
matemáticas y el ajedrez. Y, por supuesto, tienen que ver con John y Emma. Cuando
ya hemos calado a John y hemos comprobado que también tiene sus
vulnerabilidades, a pesar de ello, comprobaremos que es un hombre que actúa
siempre siguiendo una lógica. Además hace un guiño al juego del ajedrez que
siempre han compartido Emma y John.
Otra cosa que ha
quedado muy bien es la continuidad con el primer libro. Cierra la etapa de Liam
y Alice pero al mismo tiempo se vislumbran los siguientes personajes que
son Emma y John. El punto de partida es la amistad entre ellos,
y al mismo tiempo John va escribiendo un diario, trece cartas en total, en las
que va narrando como se conocieron y algunos secretillos que tenía escondidos.
Lady Harwik es la madre
de Liam, John y Helen, que no tiene un pelo de tonta, se mantiene en su línea.
Es muy estricta, y suspicaz. Aunque sus hijos saben cómo torearla a veces.
Helen, la hermana menor
de los tres, siempre es directa y no se corta un ápice. Será el personaje
principal del tercer libro y en este de ahora ya se dejan entrever cosillas.
Por ejemplo, en su vida se cruza con Derek Aldrich y por lo ocurrido me quedo
con la intriga de si continuará o no en el siguiente libro.
Elise, en este libro
aparece lo justo, en una conversación con John me ha dejado con la mosca detrás
de la oreja; igual no es nada relevante en la novela, pero llamó mi atención. Ya
veremos que ocurre.
Tengo que hacer mención
al capítulo 13 porque es un número muy bonito para mí, y casualidad o no, en él
me queda resuelta una duda que me había surgido sobre la sexualidad de John y
porque al final de dicho capítulo, los sentimientos de Emma y John comienzan a definirse.
No se puede pedir más. Trece son las cartas que escribe John, con forma de
diario. ¿Por qué trece también?
Y al capítulo 19, por
eso de que los dos protagonistas comparten la afición por el ajedrez. Es
divertido cuando se cartean y terminan despidiéndose con un movimiento de la
partida que jugaban. Pero también para comentar un momento de tensión que hay
entre ellos, y Emma lo resuelve utilizando sus armas de mujer y su destreza en
el ajedrez. Cuando terminé el capítulo sonreí y pensé: -Bien, le ha dado a John
un ¡Jaque al rey! Me encantó.
Os recomiendo su
lectura.
CITAS:
-Las
habladurías se diluyeron con los años, pero si había algo que la alta sociedad
conseguía con admirable virtuosismo era
minar el amor propio de quienes daban un solo paso en falso.
-Y si la vida hubiera sido un poco más misericordiosa, él habría sido el tipo de hombre que no prestaba atención a las cosas. O a las personas. Pero aquel era John Westfield y, claro, tuvo que mirarla del modo en que siempre lo hacía: a los ojos, sin pestañear.
-Si trato de ser discreto es porque vivimos en un sistema que no puedo imaginar generoso ni benévolo hacia una mujer, y un solo desliz que a mí me supondría cierta aura de canalla travieso, a ti podría destruirte antes de que entendieras siquiera lo que ha ocurrido.
-Así
que lo único que le quedaba era pedirle algo que fuera lo bastante inofensivo
como para que no tuviera motivos para negarse, y lo bastante relevante como
para hacerla sentir que aquello había sido una victoria.
-Tenía intención de pedirle perdón, aunque no terminaba de decidir cómo hacerlo porque, a fin de cuentas, ¿Cómo se disculpa uno por una acción de la que no se arrepiente?
¡Hola! Qué reseña más completa, dan ganas de leer el libro, sí... Muy buena. La he añadido al reto de lectura y a la espera del otro que me mencionas. ¡Gracias!
ResponderEliminarUn abrazo. :)
He eliminado sin querer la respuesta a tu comentario. No sé si tu lo mantienes.
EliminarTe había comentado que, en mi opinión, es una escritora que promete. Escribe muy bien y lo hace con mucho dinamismo. Si tienes intención de leerlo te recomiendo que empieces con el primero "Un perfecto desconocido". Aunque se pueden leer de forma independiente, en el segundo se hace referencia a lo que ocurre en el primero. Saludos.
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