Umberto Eco fue un experto en historia medieval y en ese sentido podemos pensar que lo tenía fácil a la hora de escribir la novela.
Lo que más ha llamado mi atención es la cantidad de detalles que tuvo en cuenta y como se documentó para escribirla. Quizá el hecho de ser un experto en esta materia le llevó a tener una mayor exigencia y perfección a la hora de escribirla.
Él mismo llega a decir que no es una
novela para todos los públicos, y cuando sus editores le dijeron que tenía que
acortar las cien primeras páginas dijo "que ni hablar". El lector que
decidiera leer su novela tenía que pasar la prueba, precisamente, de leerlas, y
si decidía continuar es que estaba preparado para entrar en la abadía y disfrutar
de esta fantástica novela.
Si ya habéis leído "El nombre de
la Rosa" no dudéis en leer las apostillas; os ayudará a entenderla mejor.
CITAS:
-La idea de "El nombre de la
Rosa" me vino casi por casualidad y me gustó, porque la rosa es una figura
simbólica tan densa de significados que ya no tiene casi ninguno más…
-Entrar en una novela es como hacer una excursión a la montaña: es necesario aprender a respirar, tomar un paso; de otra manera se detiene de inmediato.
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