Al contrario que la mayoría de los libros, en la primera parte de "El Encuadernador", la autora se centra en el personaje principal, Emmet. Primero será aprendiz, pero con su maestra, Seredith, no pasará de ahí. Aprende a fabricar libros pero no sabe del contenido de estos. Hay cosas de su pasado que no recuerda, y no entiende por qué los libros están prohibidos. Poco a poco, y al mismo tiempo que Emmet, iremos entendiendo el misterio que hay en torno a los libros. Yo diría que es la parte más misteriosa del libro.
La segunda parte nos presenta a los
personajes y es donde más se desarrolla la trama de esta historia. La autora
convierte buena parte de la novela en romántica, y se puede intuir, casi desde
el principio, que va a ocurrir entre los personajes.
El oficio de encuadernador consiste
en guardar en un libro personalizado, los sentimientos y comportamientos de
aquellas personas que necesitan ocultar sus miedos, sufrimientos, secretos y
todo aquello que no desean recordar. Incluso desaparecerán para siempre de la
memoria. De ahí que el oficio de encuadernador no esté bien visto. Ni
reconocerán a las personas que formaron parte de ese momento que quieren olvidar.
Aunque si hay una manera de recuperar eso que hemos perdido. Digamos que esta
parte queda casi todo resuelto. Ya lo descubriréis.
En la tercera parte, es Lucian Darnay
quien se convierte en protagonista. Collins muestra quién es realmente este
personaje con su vida oscura y tormentosa. Esta parte
está bien porque conoceremos mejor a Lucian, pero el final no causa gran
sensación. Me ha resultado un poco light.
En general es un libro que me ha
gusta mucho por cómo escribe Bridget Collins.
La portada y contraportada son una
preciosidad; solo por eso dan ganas de comprarlo. Os recomiendo que lo leáis,
no os arrepentiréis.
Pero como siempre ocurre, hay encuadernadores buenos y malos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario