En la segunda parte, que lo separo para diferenciar, Proust cuestiona la tesis de John Ruskin, "Sésamo y lirios" , que consta de dos conferencias llamadas "De los tesoros de los reyes" y "De los jardines de las reinas" respectivamente.
"Sobre la lectura" se publicó en 1905 en la revista La Renaissance latine, en 1906 sirvió como prólogo a la traducción que del libro hizo Proust, donde se compilan las conferencias mencionadas antes de John Ruskin, y en 1919 en Pastiches et Mélanges, aunque con distinto título y el final modificado.
En este prólogo, ahora convertido en ensayo, Proust, empieza recordando su infancia y juventud, esos momentos dedicados siempre a la lectura que nunca quería dar por terminados. Su vida estaba en la lectura; cualquier acto del día en el había que dejar de leer, como las comidas familiares o irse a dormir, suponía una incomodidad en su vida diaria.
Y
es que para Proust la lectura no era solo el simple hecho de leer y disfrutar
de ello, eran sobre todo esos momentos, situaciones, lugares en los que ésta
tiene lugar. Lo más importante no son la cantidad de libros leídos, sino la
actitud ante la lectura.
Decía
que "La lectura no debe suplantar a la vida, aunque por sí misma
constituye un estímulo del que no podemos prescindir".
Hay
una frase de Descartes que dice que “La lectura es una conversación con los
hombres más ilustres de los siglos pasados”. Proust tomó como referencia esta
frase para definir la tesis de John Ruskin en la que dijo: "La lectura de
todos los buenos libros es como una conversación con las personas más valiosas
de los siglos pasados que fueron sus autores".
En
cambio Proust discrepaba de esta opinión y decía que "la lectura no podría
asimilarse a una conversación, aunque fuera con el más sabio de los hombres; la
diferencia entre un libro y un amigo no es su mayor o menor sabiduría, sino la
manera de comunicarnos con ellos, pues la lectura, al revés que la
conversación, consiste para cada uno de nosotros en recibir comunicación de
otro pensamiento, pero permaneciendo a solas, es decir, sin dejar de gozar de
la capacidad intelectual que uno tiene en soledad y que la conversación disipa
inmediatamente,…".
John
Ruskin ejerció una gran influencia en Proust y sus obras el valieron en su
formación como escritor. Creó "una teoría estética propia" y los que
han estudiado a ambos personajes afirman que este prólogo fue decisivo para
crear su novela maestra de "A la busca del tiempo perdido"
CITAS:
-
La lectura no debe suplantar la vida, dice Proust, aunque por si misma
constituye un estímulo del que no podemos prescindir.
-
Las lecturas dejan sobre todo en nosotros la imagen de los lugares y los días
en que las hicimos.
- La lectura de todos los buenos libros es como una conversación con la gente más honesta de los siglos pasados que fueron sus autores. (Descartes)
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