EDITORIAL: TusQuets
PUBLICIÓN: 2022
De los tres libros que forman la
trilogía, me quedo con Terra Alta. Es el mejor de los tres. Cada uno presenta
un caso diferente, aunque la continuidad de los personajes recomienda leerlos
en el orden que se escribieron.
El castillo de Barbazul trata el
caso relacionado con Cosette, la hija de Melchor, el cada vez más controvertido
y polémico policía. En esta novela ya no ejerce como tal, pero el caso de su
hija hará que se active en él su profesión.
Cosette decide desaparecer, por
voluntad propia, cuando descubre que su padre la ha tenido siempre engañada acerca
de la muerte de su madre. En un viaje a Mallorca, acompañada de su mejor amiga,
aprovecha la ocasión para quedarse, en lugar de volver a casa.
Aunque Melchor conoce los motivos
que han llevado a su hija a tomar esta decisión, queda extrañado al comprobar
que también mantiene el silencio con su amiga. Parece que se la ha tragado la
tierra. Su olfato de policía le llevará a sospechar que hay algo oscuro en este
asunto, y acertará.
Mencionar en primer lugar que esta
situación lleva a Melchor a sobrepasar los límites por tratarse de su hija.
Siempre fue un personaje impulsivo, a veces violento, pero esta vez fuerza la situación,
cegado por el miedo.
El comportamiento que adopta Melchor
es el de una persona que no atiende a razones; se aprovecha de la confianza que
sus antiguos compañeros le profesan para que muevan todo lo necesario en la
búsqueda de su hija, exigiendo que todo ocurra de inmediato, como si su
necesidad fuera la única que importa.
Pretende que la Guardia Civil se
ponga a su servicio y les dice cómo deben trabajar. No admite pausas ni
protocolos. El dolor lo desborda hasta el punto de cruzar todos los límites.
He visto a un hombre asustado,
perdido, sin saber para donde tirar cuando
comprende que se ha pasado; esto ha influido en que sienta cierta adversidad hacia
el personaje de Melchor por su actitud implacable.
Esto se mantiene hasta que Cercas
pone en su camino a un exguardia civil que valida algunas de sus sospechas cambiando
de nuevo la percepción que yo había tenido. Revelar que recupera a su hija no es destripar
la historia, porque esto ocurre en menos de setenta y dos horas, lo que nos
puede dar una idea de lo que viene después.
Es el punto de inflexión de la
novela, que se acelera y cambia de tono en el momento en el que Melchor pasa a
la acción. Lo que antes era una mezcla de intuiciones, miedos y desesperación,
se convierte en una hipótesis solida compartida dando comienzo la investigación.
Melchor sabe a qué se enfrenta. El
padre desesperado queda relegado a un segundo plano y actúa el policía que ha encontrado
una situación peligrosa a resolver. Es una misión que no podrá hacer solo y es
fácil imaginar con quienes formará equipo. La misión es visto y no visto: dura
menos que el partido Barça-Madrid que se jugaba en ese momento y termina con el
objetivo cumplido, una baja mortal y dos heridos.
El epílogo me ha gustado
bastante. Es algo extenso, pero aquí Cercas hace una amplia aclaración de como
se resuelven los hechos posteriores, dejando un final bastante creíble.
Finalizada la lectura, que me ha
mantenido entretenida, esta novela no es más que sus predecesoras. Quizá porque
Cercas nos tiene acostumbrados a otras expectativas, esta trilogía me ha
parecido más convencional.
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