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CINCO HORAS CON MARIO

AUTOR: Miguel Delibes

PUBLICACIÓN: 1981

EDITORIAL: Destino


 RESEÑA:

«No hay duelo sin risa, ni boda sin llanto»

Es un refrán que me vino a la cabeza nada más empezar el libro. Desde niña, cada vez que había un muerto en mi pueblo, siempre había alguien que lo recitaba. Yo misma lo viví cuando murió mi abuela paterna. Tenía solo diez años y me llevaron a pasar la noche en casa de unas primas. Reímos hasta no poder más, mientras nos recordábamos que la abuela estaba muerta y que aquello no estaba bien.

Con Carmen, la viuda, me ha pasado algo parecido. No solo he disfrutado de la prosa de Delibes, magnífica en todos los sentidos, sino también de unas horas de duelo muy amenas por la forma en que Carmen le habla a su difunto marido.

El comienzo del libro lo he interpretado como el velatorio, el punto de partida que da paso a la obra. Estas primeras páginas me llevaron a confusión, porque tenía la sensación de que Carmen no estaba sola.

No hizo falta avanzar mucho para entender por qué el pobre Mario se quería morir, dicho metafóricamente.

El monólogo de Carmen hacia Mario ―que en paz descanse― es el de una mujer que expresa un profundo resentimiento porque él no ha cumplido con sus expectativas. Se define como una mujer de mentalidad conservadora, demasiado tradicional, con unos valores religiosos, familiares y sociales que chocan con los ideales progresistas de su marido.

Pero quizá, si Mario hubiera sido distinto, si el estatus social, las apariencias y el materialismo hubieran estado cubiertos, su mentalidad habría quedado más apaciguada. Sin embargo, Carmen es manipuladora, llena de contradicciones, y siempre justifica sus faltas culpando a Mario. Hasta el final.

El monólogo fluye de forma natural, aunque con frecuencia se repiten episodios, como su trauma por no tener un Seiscientos. No obstante, sus frustraciones van ganando intensidad hasta que acaba confesándolo todo. Al pobre Mario no le cae nada bueno.

Cinco horas con Mario resume la vida de una mujer acostumbrada a la comodidad hasta que se casa con Mario. Su hipocresía y su conformismo chocan con la visión crítica y comprometida de su marido, haciendo de su matrimonio un desencuentro constante. Tal vez este monólogo sea su manera de justificarse ante Mario y ante sí misma.

Las frases que inician cada capítulo pertenecen a la Biblia, el libro de cabecera de Mario, y estaban subrayadas por él. Me ha llamado la atención porque es ahí donde se hace más evidente la contradicción de Menchu. Esas frases lo definen, y es justo ahí donde ella ataca.

De Mario sabemos lo que Carmen nos deja ver: es catedrático y escritor, pero no ambicioso. Es idealista, se preocupa por los demás y le gusta montar en bici. No es su tipo de hombre y, sin embargo, cabe preguntarse: ¿por qué se casó con él?

Mi impresión es que Carmen nunca amó realmente a Mario. No lo acepta como es, y ahora, frente a su cadáver, se despacha a gusto con lo que en vida no se atrevió a decirle. Se casó porque era su deber y porque las apariencias debían mantenerse.

Con esta obra maestra, Delibes, hace de este monólogo un retrato de la época. Es una obra brillante, irónica y cargada de reproches, que nos hace reflexionar sobre el verdadero drama de su vida y la de todos en general.

 

CITAS:

...porque la raíz de todos los males es la avaricia, y por eso mismo me será muy difícil perdonarte, cariño, por mil años que viva, el que me quitases el capricho de un coche.

..., porque tú escribes bien, todo el mundo lo dice, pero de unas cosas que no entiende nadie y cuando se entiende, peor, ...




TRES HORAS CON MARÍA

AUTORA: Raquel Escaño Castillo

PUBLICACIÓN: febrero de 2023

EDITORIAL: Bohodón

LECTURA: 15/02/2025 - 17/02/2025

 

RESEÑA:

Tres horas con María es un monólogo que hace un guiño a «Cinco horas con Mario». Gracias al concurso de Masa Crítica este libro me ha sido asignado y he disfrutado con gusto. Atreverse a hacer este guiño a Delibes y a una de sus obras, dice mucho de la autora.

Es un monólogo corto y fácil de leer y hace homenaje a todas las mujeres que nacieron en una generación en la que no eran tratadas como igual. No solo era un problema de machismo, también de discriminación hacia todas las mujeres que educadas como María tampoco lo veían mal.

En su corto conocimiento, porque nunca se le dio la oportunidad de aprender más de lo debido, María expresa su realidad tal y como ella la entiende.

María está a punto de morir. Este puede ser un condicionante para expresar tristeza, pero mi impresión no es esa. Ella dice que no tiene nada que perder. Más bien tiene resentimiento por haber descubierto demasiado tarde que la vida es mucho más de lo que ella ha conocido. Se pregunta si podría haber tenido una vida mejor. Es posible, digo yo, pero eso nunca lo sabrá porque tomó un camino y no el otro.

María no quiere redención, tal vez un lamento por llegar tarde a ese nuevo despertar. Lo que siente es rabia al pensar que ya no hay tiempo para desandar el camino. Ella no es culpable de su destino, sino producto de una serie de circunstancias como la educación, lugar donde vives, relaciones sociales, nivel económico, inquietudes, ... que le impidieron ser ella misma.

Cuando desde pequeña te han educado en que hay ciertas cosas que no se pueden hablar, ni ver, ni leer, y había tantos pecados que podías cometer, las opciones son pocas.

Evolucionar lleva tiempo y María llega tarde para vivir su despertar. No trata de profundizar, sino de reflejar la ignorancia, y por qué no la inocencia, de todas las mujeres que vivieron educadas, durante generaciones en una sociedad en la que su único objetivo en la vida era ser madre y ama de casa.

Solo se toma la libertad de elegir cuando conoce a Paco. Podría haberse dejado llevar por sus impulsos y no lo hizo lo que demuestra que las normas impuestas pueden llegar a pesar más que la propia libertad.

Es un mensaje que se puede utilizar como metáfora para expresar que somos libres para tomar decisiones, incluso cuando no decidimos, aunque a veces no elijamos el camino correcto.




 

MAESTROS DE LA FELICIDAD

AUTOR: Rafael Narbona

EDITORIAL: Roca Editorial

PUBLICACIÓN: 25/01/2024



 RESEÑA:

En Maestros de la felicidad Rafael Narbona nos ofrece un ensayo en el que combina referentes de la filosofía, la historia y la literatura, y los utiliza como guía para reflexionar sobre la felicidad.

Su erudición es evidente desde el principio, y aunque profundiza con especial interés en la filosofía, su especialidad, el estilo de narración es muy accesible y te hace sentir confortable durante la lectura.

Sensaciones como ternura y cierta tristeza se perciben en su narrativa. No solo expone ideas, sino que las impregna de su propia experiencia y sensibilidad haciendo que reflexionemos.

En forma de cronología inicia el camino de búsqueda en la Antigüedad, explorando pensamientos de filósofos, emperadores romanos, escritores, artistas, …, hasta llegar a nuestros días.

Todos estos Maestros de la felicidad tienen algo en común: cada uno busca un camino para darle sentido a la vida. Una breve introducción de cada uno de ellos hace de hilo conductor y lleva al lector a esos conflictos personales de los personajes, cómo los afrontaron y fueron capaces de hallar algo cercano a la plenitud.

Los interludios están dedicados a su vida personal y profesional en los que comparte sensaciones, sentimientos, anécdotas y aprendizajes. Son un paréntesis donde el autor revela su encuentro con la vida y las adversidades que esta puede traer.  Entenderla puede ser fácil, pero aceptar lo que nos trae es un desafío. Las diferentes perspectivas que nos depara este ensayo no son soluciones absolutas. La felicidad tampoco lo es, pero siempre la andamos buscando cuando no nos sentimos bien.

De la parte emocional, el interludio que dedica a su madre es un testimonio cargado de amor, nostalgia, y dolor. Al mismo tiempo reflexiona sobre el impacto que su madre causó en su vida, cómo su recuerdo le sigue acompañando, la gran admiración que sentía por ella y el vacío que le queda cuando muere.

Y la historia de Nana, su perra. Esta me ha llegado al alma. En este relato se percibe un cariño inmenso por los animales, hasta el punto de que parece estar hablando de una persona. Esta ternura con que la describe puede estar relacionada con una necesidad de afecto y estabilidad en momentos difíciles. Los animales también son maestros de la felicidad.

De la parte filosófica, la comparación que hace entre San Agustín y Carmen Laforet es un ejemplo de cómo a pesar de la distancia temporal y cultural, ambos reflejan inquietudes similares: sintieron un vacío en sus vidas y buscaron algo más allá de lo material para darle sentido.

Este ensayo es un viaje hacia el interior, en el que el autor nos invita a tomar nota de estas figuras que el paso de los siglos no ha impedido que sigan siendo referentes a seguir.

Maestros de la felicidad es una obra que también resalta la importancia del conocimiento y su capacidad para transformar nuestra vida. Según Narbona, no solo es una herramienta intelectual, es también una forma de encontrar sentido y fortaleza en los momentos más difíciles.

Hurgando en sus recuerdos, los propios y de los que marcaron su vida, examinando en su interior, manifiesta que la verdadera sabiduría no solo se encuentra en los libros, también en la capacidad de amar, de aprender de la experiencia y de encontrar belleza en lo cotidiano.

Maestros de la felicidad no es solo un ensayo, es también un testimonio de vida que nos invita a seguir buscando, a no rendirnos y a construir nuestra propia felicidad.

Ha sido una lectura inspiradora.

 

 CITAS:

La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio, que la inteligencia siempre tiende a la alegría, que el pesimismo solo es una perspectiva parcial e insuficiente, que es posible distanciarse de las propias emociones y revertir su curso, que el amor cura.

…no es posible pensar sin contrastar opiniones, que la discrepancia humaniza la ideas, que no se puede alcanzar la madurez sin averiguar cómo piensan los otros.

—Los libros son embalses que retienen grandes fragmentos de vida para que podamos contemplarlos.