PUBLICACIÓN:
13/03/2023
EDITORIAL:
Libros del Asteroide
El retrato de casada se desarrolla en el siglo XVI, entre Florencia y Ferrara. El duque Cosimo I de Medici y Leonor Álvarez de Toledo son los padres de Lucrezia de Medici, siguiente prometida de Alfonso II, duque de Ferrara.
Alfonso y Lucrezia son
dos personajes reales, recreados en una ficción que la autora ha basado en la
historia de la quinta hija del matrimonio florentino.
Prevalece a los
diálogos una narración en tercera persona que muestra a Lucrezia tal cual es.
Los capítulos se alternan en dos épocas distintas, la vida de casada de
Lucrezia y su infancia.
Segundo libro que leo
de Maggie O'Farrel que me deja tan gratamente sorprendida, como en Hamnet.
Segunda vez que utiliza un personaje femenino como protagonista; no sé si
estaréis de acuerdo conmigo en que la protagonista en Hamnet es su madre,
Agnes.
Lucrezia es una niña
inquieta, rebelde, curiosa e inteligente. No le interesan las mismas cosas que
a Isabella y sus hermanos, aprende rápido y las clases le aburren, su mente
casi siempre anda distraída.
Aún no había despertado
a la adolescencia cuando descubre que sus padres han concertado su matrimonio
con Alfonso II de Este, para sustituir a su hermana María que ha muerto de
malaria.
Le espera una vida que no desea, un matrimonio que no ha solicitado con un hombre que casi le dobla la edad. Pero no puede negarse, es una decisión, un acuerdo tomado entre sus padres y Alfonso que busca a la desesperada un heredero.
Lucrezia es una más de
esas mujeres cuyo papel en su vida fue ser el objeto para conseguir los fines
que habían proyectado entre su propia familia y la de su futuro marido.
Mientras estuvo en el
seno familiar, siempre tuvo la sensación de que sus padres no le prestaban la
misma atención que al resto de sus hermanos, y cuando descubre lo que le espera
el mundo se le cae encima.
A pesar de su juventud,
su mundo interior es inmenso. Ella obedecerá, seguirá los consejos que recibió,
sobre todo de Sofía, antes de partir hacia ese lugar que no quiere conocer, a
compartir su vida con alguien que solo vio una vez cuando era el prometido de
su hermana, a satisfacer a un hombre que no la ama, que solo tiene dos
obsesiones con ella.
Alfonso, en apariencia,
es un hombre amable y cariñoso, pero a medida que van sucediendo ciertos comportamientos
en él, Lucrezia descubre que nada es lo que había imaginado, que su marido no
es quien parecía ser.
Tener un retrato de
casada de Lucrezia es la segunda obsesión del duque. Llegarán al palacio el
pintor y su aprendiz, los que él considera aptos para reflejar en un cuadro las
cualidades deseadas en una duquesa.
De forma accidental se conocen entre ellos, duquesa, pintor y aprendiz. Ella sabrá que son los autores que van a crear su retrato pero no revela su identidad; ellos la toman por una doncella del palacio.
A partir de aquí, y
hasta el final, es para mí la mejor parte de la novela.
Jacopo es el aprendiz,
todos piensan que es mudo porque cuando habla no lo entienden y dan por supuesta
su limitación. En cambio Lucrezia sí lo comprende, Jacopo habla napolitano, un
dialecto que aprendió de niña. Ambos se sorprenden al comprobar que pueden
comunicarse y esto creará cierta complicidad entre ellos.
Se creará un vínculo
entre Lucreziza y Jacopo que pasará desapercibido a los demás. Será él quien
plasme en el retrato justo lo que quiere el duque, quien quedará muy satisfecho
con el trabajo.
Ella ve en ese retrato
dos Lucrezias. Observará la obra para descubrir que no es ella en realidad. La
que está pintada es la esposa que el duque desea y luego está ella, que se
siente morir, que Alfonso la está matando porque no concibe heredero; el
retrato de casada es el que vale, el que ha de perdurar. Así será.
Al mismo tiempo,
durante las sesiones de pose de la duquesa, Jacopo sabe mirar en su interior y
percibir lo que de verdad está ocurriendo, del peligro que corre Lucrezia.
El final que la autora
da a la novela es un giro tan inesperado que no lo he visto venir; me ha
encantado. Ha sido una sorpresa que no esperaba en absoluto.
Toda la novela es una maravilla. La forma tan sencilla de narrar los sentimientos de los personajes, de Lucrezia sobre todo. Nos permite convivir con ellos, tener la misma desolación, incertidumbre, miedos y alegrías pocas. Y al mismo tiempo, la forma tan sutil de escribir que tiene Maggie hace que todos estos sentires se dulcifiquen.
No dejéis de leerla.
¡Hola! Pues parece muy interesante, me ha gustado tu reseña y la tendré en cuenta. ¡Gracias!
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche, he disfrutado mucho con este libro.
EliminarHola, recién descubro tu blog y por aquí me quedo ;)
ResponderEliminarTengo muy pendiente estrenarme con esta autora, este título está anotado y su famoso Hamnet también. Pero aún no le he dado la oportunidad (tantos pendientes...), sé que algún día caerá y espero disfrutarla tanto como tú.
He visto diversidad de opiniones, pero diría que la mayoría suelen coincidir con tus buenas impresiones. A ver qué me parece a mí cuando la lea.
Un saludito.
Es cierto, tenemos muchos pendientes pero tiempo al tiempo :). Gracias por comentar.
ResponderEliminarUn saludo.