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EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS

AUTOR: John Boyne

EDITORIAL: Salamandra

PUBLICACIÓN: 2006


El niño con el pijama de rayas es una novela conmovedora ambientada en la Segunda Guerra Mundial, y juzgada desde el punto de vista inocente de un niño que, poco a poco, va descubriendo los horrores que se cometieron durante el Holocausto.

Es una lectura que resulta fácil en la narrativa, pero al mismo tiempo cargada de todos los sentimientos que puede llegar a transmitir.

Emocionalmente es demoledor ver cómo dos niños, que pertenecen a mundos opuestos, conversan a través de una alambrada sin saber lo que esta simboliza. Es una escena que me impactó bastante. El hecho de que el autor los elija para protagonizar esta realidad histórica nos hace más vulnerables a la crueldad de la guerra.

Bruno, es alemán, y Shmuel judío. Solo desde la inocencia que da la edad de nueve años emprenderán una amistad que al primero le llevará comprender el mundo que rodea al segundo.

Dos mundos que se unen por azar. La curiosidad de Bruno lo lleva hasta la alambrada y allí conoce a Shmuel, que vive en un campo de concentración y viste un pijama de rayas. El destino de uno está decidido, y el otro, comienza a cuestionarse lo que va descubriendo sin llegar a comprenderlo del todo.

El final impacta muchísimo. Aunque trágico, la decisión inocente de Bruno le lleva a querer ayudar a Shmuel, una reacción normal de un niño que desconoce lo que ocurre.

La lección es para la familia de Bruno, en especial para su padre, cuando descubre lo que ha ocurrido; la barbarie que llevaba a cabo le hizo pagar un precio muy alto.

Los temas que destacan en la novela son:

La inocencia infantil de unos niños que carecen de prejuicios, incluso para Shmuel que vive en el horror. Cada uno, en su mundo, no es capaz de saber qué ocurre en realidad. Esto hace contraste con los que representan el mundo adulto.

La deshumanización de los prisioneros que ocupan el campo de concentración despojados hasta de la dignidad.

La demostración de que una simple barrera no es infranqueable para un niño y sí por un adulto.

En el caso del padre de Bruno, su acatamiento al régimen nazi está por encima de todo, y su madre, aún estando en desacuerdo con su marido, se mantiene en una aparente ignorancia.

Como conclusión, es una novela que lleva a la reflexión sobre una guerra atroz y las consecuencias que arrastró..

 

CITAS:

Tú eres mi mejor amigo -dijo-. Mi mejor amigo para toda la vida.

Que uno contemple el cielo por la noche no lo convierte en astrónomo.

Pero alrededor de la casa nueva no había otras calles, ni nadie paseando tranquilamente ni caminando con prisa, y por supuesto, tampoco ninguna tienda ni puestos de fruta y verdura.

En realidad, ellos no son personas de verdad.

Se supone que no debemos ser amigos, tenemos que ser enemigos ¿Lo sabías?





EL INSTANTE Y LA LIBERTAD EN MONTAIGNE

 AUTORA: Rachel Bespaloff

EDITORIAL: Hermida Editorial

PUBLICACIÓN: 2022

LECTURA: 03/12/2024 - 06/12/2024

 



RESEÑA:

No elegí este libro por la autora, a la que desconocía por completo, pero al saber que sus notas hablaban de Michel Montaigne decidí probar suerte y ver a qué me arriesgaba.

Me he encontrado con una desconocida filósofa que se inició en esta disciplina cuando conoció al homólogo ruso Lev Shestov.

El autor del Prólogo no incluye esta obra en la categoría de Ensayo. Son notas que la autora escribió tomando como referentes «Las Confesiones y La Ciudad de Dios» de San Agustín, los «Ensayos» de Michel de Montaigne y «Las ensoñaciones del paseante solitario» de Rousseau.

Rachel Bespaloff escribió, comentó e interpretó sobre lo que leía, de ahí que surgiera El instante y la libertad en Montaigne. Era su intención conocer al autor a través de su obra. Este fue uno de sus últimos escritos.

Con esta frase justificó su muerte, a la que puso fin en 1949:

—«No busquen otra razón para mi suicidio que mi extremo cansancio»

Es posible que para este fin eligiera la libertad frente a la muerte de Montaigne, que dice:

—«La vida depende de la voluntad ajena; la muerte de la nuestra. La muerte voluntaria es la más hermosa».

Bespaloff, bajo la influencia del pensamiento existencialista, que tomó de su preceptor, interpreta a estos tres pensadores en la individualidad que cada uno hace de sí mismo, en el momento en que rompen con su yo anterior. Tres pensamientos comparados en lo común y en el contraste del significado de la existencia, que lo es todo.

San Agustín deja lo mundano y adquiere el compromiso de convertirse al cristianismo. Su instante es el momento del éxtasis, el momento de la conversión. Se rechaza así mismo para elegir a Dios.

Montaigne, desde un punto de vista más humano, no rompe su relación con Dios, pero se separa de la inmortalidad y la Encarnación. Nos dice que la naturaleza lo ha hecho libre y él se elige así mismo para decidir.

Y Rousseau, con una visión filosófica de la felicidad próxima a la contemplación se coloca en un estado de «quietismo crítico».

Muy diferentes en apariencia; el conocimiento del Yo es la idea en que confluyen.

El drama de San Agustín está dominado por el instante de la conversión.

Montaigne, con los pies más en la Tierra que en el cielo, defiende valores como la honestidad, el respeto, la tolerancia, etc., pero ante todo es estar en la creación de uno mismo, desde que nacemos hasta que morimos, durante el instante que es la vida.

Con este breve libro, no solo descubrimos el punto de vista de una filósofa bastante desconocida, creo que lo más productivo es la manera en que cada lector descubre a estos tres pensadores.

Sin duda, retomaré estas lecturas por su profundidad, y porque considero que tienen mucho que enseñarnos.

La autora termina con una frase de Montaigne que dice:

«Montaigne no descendió a los infiernos. Nos enseña modestamente a no transformar la vida en un infierno. Y esto es bastante difícil.

 

CITAS:

—Por diferente que sea la inamovible voluntad divina de la cambiante voluntad humana, ambas se parecen, mientras que el fatum pétreo de los estoicos la niegan.

—La cosa más importante del mundo es saber ser dueño de uno mismo. Ensayos, I, XXXVIII.

—En la verdadera amistad, en la cual soy experto, me entrego a mi amigo más de lo que lo atraigo hacia mí. No solo prefiero beneficiarle a que me beneficie; prefiero también que se beneficie a sí mismo antes que a mí. Ensayos, III, IX.