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LA SUMISA

AUTOR: F.M. Dostoyevski

EDITORIAL: Galaxia Gutemberg

PUBLICACIÓN: 02/11/2022

LECTURA: 07/05/2024 - 09/05/2024

 

La sumisa, es el relato de un prestamista cuya mujer se ha suicidado.

El título hace referencia a la opinión que el marido tiene de su mujer. En solo dos capítulos, el prestamista, primero narra cómo llegó a conocer a su mujer, y después reflexiona sobre lo ocurrido.

Siempre se dice de las personas que desean suicidarse que no avisan ni dejan señales; como mucho un nota. Nunca sabemos qué motivos les llevan a querer dejar de vivir. Es una de las preguntas que se hace el marido, ya viudo.

¿Le importa, o le preocupa que ella se haya suicidado? Me hago esta pregunta ante la reacción de él por haber perdido a su mujer. Primero se sumerge en un mar de dudas y contradicciones, demostrando inseguridad y a saber que más.

Él tiene una casa de empeños y ella acude de vez en cuando a deshacerse de objetos a cambio de dinero. Se fija en la chica, que cuenta dieciséis años y se va creando una imagen de ella; tal vez la que a él le conviene.

En uno de sus encuentros descubre que "es buena y sumisa". Dice de este tipo de personas que "son buenas y sumisas, que no suelen resistir mucho tiempo,…, no saben esquivar una conversación…" Vamos, que se la lleva al huerto educadamente, que la elige para sí, y su contrincante tiene pocas posibilidades.

Es una situación complicada por la diferencia de edad entre ambos. Él tiene cuarenta y uno y ella dieciséis. Puede ser su padre. Cada vez que ella va a empeñar objetos a su establecimiento, él podría haber sentido compasión o el instinto paternal; podría haberla adoptado como hija, en lugar de casarse con ella.

Le influye también que el tendero pretenda casarse con ella porque es viudo y le vendría bien para cuidar de sus hijos. Ninguno de los dos es el convenido para mi gusto, pero puestos a elegir, tal vez elegiría al tendero.

¿Por qué? Porque tal vez habría conseguido hacerla feliz. Teniendo en cuenta de donde viene ella, cualquier opción puede ser mejor. En el caso del prestamista, creo que la elige por orgullo, porque se cree más interesante, educado y con mejor posición que el tendero.

El prestamista llega al matrimonio con unas expectativas creadas hacia una mujer mucho más joven que él. Este es un gran inconveniente, además de no querer ver a lo que se enfrenta: -Un hombre que empieza la madurez, mientras ella está saliendo de una adolescencia y se comporta como tal. Apenas protesta, apenas se queja,  a veces actúa sin consultar y eso no le gusta al marido. La escena de la pistola, o cuando se va de casa y la busca, son dos momentos en los que le demuestra que no es su dueño.

Es en ese tiempo que toma para reflexionar, lo hace como si estuviera ante un juez, y parece entender los motivos que han llevado a su mujer a quitarse la vida. Concluye también, tal vez para justificarse así mismo, afirmado que ella "ha sido honesta" suicidándose porque no se sentía capaz de amarlo plenamente.

¿Alguna lanza a favor del prestamista? Que reconoce haber cometido un error, que en algo ha fallado, pero no lo digo muy convencida; lo dice con la boca pequeña.

Es una historia para reflexionar. Tal vez ambos necesitaban comprensión, pero él era demasiado orgulloso para recibirla. En cuanto a ella, acostumbrada a vivir como una esclava, le faltó valor para pedirla, o no sabía.

Sacad vuestras propias conclusiones. Una lectura que recomiendo y espero os sea propicia.

 

CITAS:

-Entonces la observé por primera vez de modo especial y me surgió un pensamiento también de un género especial.

-¡Cuán terrible es la verdad en la tierra, Dios mío! ¡Esta joven encantadora y sumisa, este cielo, era un ser tirano, un insoportable tirano y verdugo de mi alma! ¡Si no lo dijera me calumniaría a mí mismo!


LA SONRISA ETRUSCA

 

AUTOR: José Luis Sampedro

EDITORIAL: Alfaguara

PUBLICACIÓN: 1985

LECTURA: 22/04/2024 – 07/05/2024


Siempre se ha dicho que habiendo llegado a la vejez no hay nada que nos pueda hacer cambiar, que somos inamovibles. En el caso del viejo, a mí me gusta más decir abuelo, es fácil pensarlo dado el carácter que maneja.

Salvatore es bruto, con mentalidad machista y duro de mollera. En cambio, su corazón es blando y lo hace vulnerable. Aunque él no lo sabe aún.

El poder de la ficción hace milagros, y en él van a despertar una serie de sentimientos y puntos de vista diferentes a los que no les encuentra sentido. 

Desde que llega a Milán, para ser tratado del cáncer que padece, todo se le vuelve pulgas.

Viene de la montaña y bastante chapado a la antigua. Ha de convivir con su hijo Renato y su nuera, Andrea, y Bruno, el nieto que no conocía aún.

En ellos ve a unos padres demasiado modernos y no está de acuerdo en cómo educan hoy a los hijos. Todo el mundo le resulta hostil, menos su nieto, a quien cree tiene que proteger y educar.

Lo que no espera Salvatore es el giro que va a dar su vida interior, a su edad, cuando le queda poco tiempo. Su nieto Brunettino, de Bruno, y Hortensia, que lo enamora, serán los pilares principales de ese cambio.

Es un libro que desborda la ternura de un abuelo hacia su nieto de trece meses. Quiere enseñarle qué es la vida y como vivirla, que le diga No-no…

En realidad, es la vida ante la muerte, la felicidad de conocer a su nieto y la tristeza de saber que le queda poco tiempo. Y Hortensia…¡qué bien le ha venido conocerla!. Ella será la intermediaria, la que le ayudará a gestionar este trance bueno y malo al mismo tiempo.

Hay puntos de humor en los diálogos y las reflexiones de Salvatore. Su brusquedad y mentalidad arcaica en sus apreciaciones, se suavizan bastante cuando consiguen sacarte una sonrisa.

En este libro he visto que la brusquedad se puede transformar en ternura, que personas como Hortensia pueden conseguir que te enamores de nuevo, porque saben ver el interior-

¿Por qué "La sonrisa etrusca"? Es un gesto que hace referencia a la vida y a la muerte. Una sonrisa a medias; me voy, pero feliz. Porque al final, lo que Salvatore descubre es tan fuerte que puede superar el dolor que causa la muerte.

Un libro para reír y llorar al mismo tiempo.

 

CITAS:

-¡Los etruscos!... ¡Pobrecillos, si hubieran tenido que vivir en Milán! Por ello me alegro de que no los tengan en este museo: se sentirían como presos.

-Un libro!, piensa despreciativo el viejo, mientras la mujer sale del cuarto. Si hicieran falta libros para eso, ¿cómo hubieran criado a sus hijos todas las buenas madres que no saben leer?

-Recuerda bien lo que te digo, hijito; no lo olvides: las mujeres te sorprenderán siempre. Crees que ya conoces toda la baraja, desde la reina a la sota, y te sale una cara nueva…¿Qué ha pasado hoy? Ella abrazándote como madre ya hecha ¡cuando ni siquiera sabe aún de hombre!...Y yo, viéndole esas caderas, sintiendo su mano en mi pelo, y sin animarme… ¿Tú lo entiendes?

-… ¡es tan raro encontrar jóvenes interesados por la guerra! No quieren oír hablar de ella, pero ¿qué sería de esos desgraciados si los viejos de ahora no hubiesen luchado? ¡Trabajarían como esclavos para los alemanes!